Listas de morosos: cómo funcionan y cuándo son convenientes

Las listas de morosos en España, también llamadas black lists o ficheros de impagados, son una herramienta importante para los empresarios que buscan proteger sus intereses y minimizar los riesgos de impago. Pero al mismo tiempo también gozan de mala prensa, por lo que pueden actuar en contra de la reputación corporativa. En este artículo, vamos a explorar cómo funcionan estas listas, qué implicaciones tienen para las empresas y los consumidores.

Los empresarios y entidades de crédito necesitan herramientas para reducir el riesgo crediticio. Una de esas herramientas son las listas de morosos. Sin embargo, el recurso a estas listas debe hacerse con una escrupulosa praxis, debido a las repercusiones que puede tener en la vida del consumidor o de la empresa que se incluya en ellas. A través de estas preguntas y sus respuestas intentaremos dejar claro cuál es la utilidad y el riesgo de los ficheros de impagados.

¿Qué son las listas de morosos o ficheros de impagados?

Las listas de morosos, black lists, o ficheros de impagados son registros en los que se incluyen los datos de aquellas personas físicas o jurídicas que han incurrido en impagos de deudas. Estos registros son creados y mantenidos por empresas especializadas en información crediticia, como Asnef-Equifax, Experian, CIRBE o RAI.

Las listas de morosos funcionan de la siguiente manera: cuando una empresa o entidad financiera detecta un impago, puede incluir al deudor en uno de estos registros, siempre y cuando se cumplan determinados requisitos. A partir de ahí, el deudor pasa a formar parte de una base de datos que puede ser consultada por otras empresas que quieran conocer su historial crediticio antes de concederle algún tipo de crédito.

¿Cómo afectan los ficheros de impagados a empresas y consumidores morosos?

Las listas de morosos pueden tener un impacto significativo en la vida financiera de los consumidores y de las empresas. En primer lugar, pueden dificultar el acceso a financiación, ya que muchas entidades financieras consultan estos registros antes de conceder préstamos o créditos. Además, también pueden influir en la decisión de otras empresas a la hora de establecer relaciones comerciales con la entidad o consumidor incluido en la lista, ya que pueden interpretar que existe un mayor riesgo de impago.

Por otro lado, las listas de morosos también pueden afectar a la capacidad para contratar servicios básicos como el suministro de energía, el teléfono o el acceso a internet. En algunos casos, las empresas proveedoras de estos servicios pueden consultar estas bases de datos antes de conceder un contrato o solicitar el pago de una fianza adicional.

¿Cuándo es ilegal una lista de morosos?

Una lista de morosos es ilegal cuando no cumple con los requisitos legales establecidos en la legislación española. En concreto, la Ley Orgánica 3/2018, de 5 de diciembre, de Protección de Datos Personales y garantía de los derechos digitales establece una serie de requisitos que deben cumplir las empresas que crean y mantienen listas de morosos.

Entre los requisitos más importantes, destacan los siguientes:

  • Información previa: La empresa debe informar previamente al deudor sobre la inclusión de sus datos en la lista de morosos y proporcionarle información detallada sobre el motivo de la inclusión y sobre sus derechos.
  • Veracidad: La información incluida en la lista debe ser veraz, exacta y actualizada. En caso contrario, el deudor tiene derecho a solicitar su rectificación o cancelación.
  • Limitación temporal: La inclusión de los datos en la lista de morosos debe tener una duración limitada en el tiempo, que no puede superar los 6 años.
  • Consentimiento: La inclusión de los datos en la lista de morosos requiere el consentimiento del deudor, que debe haber sido informado previamente de forma clara y precisa.
  • Finalidad: La inclusión de los datos en la lista debe tener una finalidad legítima y concreta, que no puede ser otra que facilitar la toma de decisiones de crédito y proteger los intereses legítimos de los acreedores.

En caso de que una lista de morosos no cumpla con estos requisitos, puede ser considerada ilegal y dar lugar a la responsabilidad de la empresa que la ha creado y mantenido. Además, el deudor afectado puede ejercer sus derechos de acceso, rectificación, cancelación y oposición ante la empresa y, en caso de no obtener una respuesta satisfactoria, puede presentar una denuncia ante la Agencia Española de Protección de Datos.

¿Cómo evitar una lista de morosos?

Existen varias medidas que pueden tomar los consumidores para evitar ser incluidos en una lista de morosos. En primer lugar, es importante realizar un seguimiento riguroso de las deudas pendientes y tratar de pagarlas en el plazo establecido. También es recomendable mantener una buena comunicación con los acreedores y establecer acuerdos de pago que permitan evitar la inclusión en una lista de morosos.

En caso de ser incluido en una lista de morosos de forma injustificada, existen mecanismos legales para solicitar la eliminación de los datos. En general, se recomienda contactar con la empresa que ha incluido los datos en la lista y aportar la documentación necesaria para demostrar que el impago no era legítimo.

¿Son recomendables las listas de morosos para la reputación corporativa?

Desde el punto de vista de la reputación corporativa, incluir a los consumidores en listas de morosos puede ser un arma de doble filo. Por un lado, la inclusión de los datos de los deudores en estas listas puede ser una medida efectiva para recuperar las deudas pendientes y proteger los intereses de la empresa. Sin embargo, por otro lado, esta práctica puede tener consecuencias negativas para la imagen de la empresa y su reputación.

En primer lugar, incluir a los consumidores en listas de morosos puede generar un impacto negativo en su percepción de la empresa. Los consumidores que se sienten injustamente incluidos en estas listas pueden sentirse estafados y desconfiados hacia la empresa, lo que puede afectar negativamente su relación con ella y su predisposición a realizar futuras transacciones con ella.

Además, la inclusión en listas de morosos puede generar un efecto «bola de nieve» para la empresa, ya que los consumidores afectados pueden compartir su experiencia en redes sociales y medios de comunicación, lo que puede tener un impacto negativo en la reputación de la empresa y su capacidad para atraer nuevos clientes.

Por tanto, desde el punto de vista de la reputación corporativa, es recomendable que las empresas utilicen las listas de morosos como una herramienta de último recurso y solo en aquellos casos en los que se hayan agotado todas las posibilidades de recuperar la deuda de forma amistosa.

¿Son éticas las listas de morosos?

La inclusión de los consumidores en listas de morosos puede ser considerada ética o no, dependiendo de las circunstancias específicas de cada caso. Por un lado, las empresas tienen derecho a proteger sus intereses económicos y a recuperar las deudas pendientes, especialmente si se trata de deudas significativas y prolongadas en el tiempo. En este sentido, la inclusión en una lista de morosos puede ser una medida legítima y necesaria para recuperar el dinero adeudado.

Por otro lado, la inclusión en una lista de morosos puede ser considerada éticamente cuestionable si se hace de forma injusta o abusiva, sin respetar los derechos y la dignidad de los consumidores. En algunos casos, las empresas pueden incluir a los consumidores en listas de morosos sin haberles notificado previamente la deuda o sin haberles dado la oportunidad de rectificar la situación. Esto puede ser especialmente problemático si se trata de deudas de bajo importe o si la inclusión en la lista de morosos tiene consecuencias graves para los consumidores, como la imposibilidad de acceder a financiación o servicios básicos.

En cualquier caso, las empresas deben actuar con responsabilidad y ética, para equilibrar los intereses legítimos de las empresas con el respeto a los derechos y la dignidad de los consumidores. En Libroley nos remitimos a la opinión de la Asociación Nacional de Entidades de Gestión de Cobro (ANGECO), de la cual formamos parte y que marca las buenas praxis de la gestión de deuda. En su sección de preguntas frecuentes afirma:

«Las listas de morosos son totalmente transparentes en nuestro país, sobre todo cuando es el propio inscrito quien busca información sobre él mismo. Las empresas que formamos parte de Angeco consideramos que estos ficheros deberían tener carácter positivo, es decir, que recojan a los “buenos pagadores” en vez de los “malos pagadores”, como se realiza en el ámbito anglosajón
La existencia de estos registros reduce el riesgo de los acreedores, y es una garantía para que los que sí pagan sus deudas obtengan una financiación a menor coste. Objetivamente, sin este tipo de información, el riesgo de los acreedores a la hora de dar un préstamo sería mayor y subirían consecuentemente los intereses y comisiones de todos los préstamos».

En conclusión, las listas de morosos son una herramienta legal y legítima que pueden utilizar las empresas para recuperar deudas pendientes, pero deben hacerlo de manera responsable y ética, respetando siempre los derechos de los consumidores. La inclusión en una lista de morosos puede tener graves consecuencias para la reputación corporativa de una empresa, así como para la confianza y la fidelidad de sus clientes. Por ello, es recomendable buscar alternativas más eficaces y éticas para recuperar las deudas, como recurrir a un despacho de abogados especializados en recuperación de deuda. De esta forma, se puede recuperar el dinero adeudado de manera justa y equitativa, al mismo tiempo que se protege la reputación corporativa y se mantiene una buena relación con los clientes.

 

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