La Unión Europea se enfrenta a la morosidad con un nuevo reglamento de pago

La Unión Europea ha aprobado un nuevo reglamento de pagos con el que toma medidas para abordar la morosidad y mejorar la competitividad empresarial, beneficiando especialmente a las pymes. Estas iniciativas buscan simplificar la burocracia y crear un entorno empresarial más favorable en la UE. Te lo contamos en pocas palabras:

¿Por qué la UE ha aprobado un nuevo reglamento de pagos?

La morosidad en la Unión Europea es un problema grave, vinculado a una de cada cuatro quiebras y a la falta de pago o retrasos en una de cada dos facturas. Para hacer frente a esta situación, la Comisión Europea ha propuesto un reglamento que establece plazos de pago máximos de 30 días para garantizar el pago a proveedores, especialmente beneficiando a las pequeñas y medianas empresas (pymes).

Bruselas justifica estas medidas con la intención de mejorar la competitividad empresarial, ya que la morosidad aumenta los costos de financiación y restringe oportunidades comerciales e inversiones. Se estima que una reducción de un día en los retrasos en los pagos podría aumentar el flujo de caja de las empresas de la UE en un 0,9% y ahorrarles 158 millones de euros en costos de financiación.

¿Es más duro o más laxo con la morosidad este nuevo reglamento?

Más duro. El comisario de mercado interior, Thierry Breton, subraya que esta norma será vinculante para todos, incluyendo la administración pública, y eliminará excepciones que anteriormente permitían retrasos de hasta 120 días. Este reglamento reemplazará una directiva de 2011 y asegurará una normativa armonizada en toda la UE.

El reglamento también garantizará el pago automático de intereses y tasas de compensación por retrasos en los pagos, además de introducir medidas de ejecución y compensación para proteger a las empresas de incumplimientos. La estandarización de un plazo máximo de 30 días para todas las transacciones comerciales eliminará ambigüedades en la normativa actual.

¿Cuál es el objetivo último?

Apoyar a las pymes. Estas acciones forman parte de un conjunto de medidas destinadas a apoyar a las pequeñas y medianas empresas, que representan el 99% del tejido industrial de la UE. Además de abordar la morosidad, se busca simplificar la burocracia y crear un marco regulatorio más eficiente.

¿Cómo puede afectar esto a la practica de la recuperación de deuda?

Si la medida funciona, podría tener varios efectos en la profesión de la gestión de impagos:

-Menos casos de morosidad prolongada y mayor cumplimiento de la ley.

-Enfoque en litigios inmediatos: plazos de pago más cortos y vinculantes podrían llevar a una mayor concentración en litigios relacionados con deudas más recientes, donde los abogados trabajarán en la recuperación de sumas más pequeñas pero con plazos incumplidos.

-Asesoramiento en cumplimiento normativo: los abogados podrían ofrecer servicios de asesoramiento legal a las empresas para garantizar que cumplan con las nuevas regulaciones de pagos y ajusten sus procesos internos.

-Oportunidades de expansión de servicios: si las empresas necesitan adaptar sus políticas y prácticas de pago, los abogados podrían diversificar sus servicios para incluir consultoría en cumplimiento normativo y capacitación empresarial.

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