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A mi empresa le deben dinero. ¿Cómo escojo abogado?

Encontrarse con morosos es una de las situaciones más incómodas en las que puede verse un empresario. Lamentablemente, no es infrecuente ni tiene sencilla solución, por eso el derecho cuenta con toda una especialidad dedicada por entero a esta labor: la recuperación de deuda.

Encontrarse con morosos es una de las situaciones más incómodas en las que puede verse un empresario. Lamentablemente, no es infrecuente ni tiene sencilla solución, por eso el derecho cuenta con toda una especialidad dedicada por entero a esta labor: la recuperación de deuda. Es muy recomendable, para ahorrarse tiempo y disgustos, encomendarse a abogados expertos en este tema. Pero ¿en qué tengo que fijarme a la hora de contratarlos? Desde Libroley, un despacho con veinticinco años de experiencia en la recuperación de deuda en Madrid, te damos las claves para que un abogado te traiga una solución y no un problema añadido.

Tienes una carpintería de aluminio con más de 50 empleados y estás feliz con un contrato para una promotora, que construye en el norte de Madrid. Acabas de entregar mil setecientas ventanas. Cuando estás a punto de terminar otras tantas, te das cuenta de que el ingreso por el abono del trabajo no se ha realizado. Lo reclamas. Te dicen que ha habido un problema puntual, que se resolverá esta misma semana. Pero no se resuelve. Y así comienza una larga travesía de meses y meses tratando de recuperar el dinero que te deben por un trabajo que ya se ha ejecutado y que, además, te convierte a ti en moroso ante tus propios acreedores y empleados, cuyas nóminas no puedes pagar. ¿Qué haces? 

Lamentablemente, esta situación no es extraña. Cientos de empresarios se enfrentan a ella día tras día. Su resolución es tan compleja que algunos de ellos se resignan a perder el dinero. Pero, para otros, recuperarlo es una cuestión de vida o muerte. Así entran en juego los abogados especialistas en recuperación de deuda.

Pero, dado que estamos hablando, como hemos dicho, de un asunto de supervivencia, la elección de un profesional es algo muy serio.

¿Cómo saber que estamos poniendo nuestro problema en las manos del abogado adecuado? Aquí van algunos requisitos.

1. Está especializado en recuperación de deuda.

Cualquier profesional que se acredite como abogado puede hacerse cargo de un proceso de recuperación de deuda. Pero esta labor entraña una serie de estrategias y habilidades diferentes de las que requieren otras disciplinas jurídicas. Es muy tentador dejarse llevar por la opinión de ese pariente, que tiene un despacho de Derecho Mercantil, o de ese amigo especialista en Penal. Pero, si son honestos, lo primero que te dirán es que lidiar con morosos no es su campo.

La especialización de un abogado en una determinada materia se percibe desde antes incluso de ver cómo se desempeña ante el juez. En el caso de una recuperación de deuda, por ejemplo, en Libroley exponemos a nuestros clientes un planteamiento estratégico para que entiendan qué pasos seguiremos y cuáles son los objetivos más realistas. Y no judicializaremos la mora hasta que no se agote la vía amistosa de negociación con el deudor.

2. Puede demostrar experiencia tanto en la vía amistosa como en la judicial.  

La recuperación de la deuda no es una disciplina que se aprenda de la noche a la mañana. Un abogado se perfecciona en el terreno de juego, acometiendo negociaciones y peleando por conseguir lo mejor para su cliente. Por eso, la experiencia es un valor que conviene tener muy en cuenta a la hora de escoger representante legal. 

En la web de Libroley puedes comprobar que lucimos nuestra experiencia con orgullo. Llevamos veinticinco años gestionando judicial y extrajudicialmente todo tipo de deudas, con un gran equipo humano y una metodología que se perfecciona cada día.

3. Ofrece un alto porcentaje de deuda recuperada. 

El anterior punto tiene una relación directa con éste. Una gran trayectoria mejora las tasas de éxito en la actividad de recuperación de deuda. Pero la experiencia no es el único factor: podemos encontrar casos de abogados de gran pericia que hayan trabajado por cuenta ajena, y acaben de instalarse por su cuenta. 

En este sentido, entonces, también cabe evaluar sus recursos humanos, la reputación profesional de quienes los forman, los apoyos informáticos y la metodología que se emplea. Estos cuatro criterios están perfectamente cuidados en Libroley, tanto que incluso podemos hablar de una metodología propia. 

4. Se desempeña mediante una metodología consolidada.

 En la gestión de deudas cada caso es distinto, y el trato personalizado al cliente resulta fundamental. Pero esto no quiere decir que no se deba poseer una metodología. Saber por dónde empezar, con decisión y anticipación, es clave para que el proceso fluya a nuestro favor. Una metodología es como un mapa: una garantía para fijar el punto de partida y la meta; si es necesario abandonar el itinerario programado, se hará con la garantía de que puede regresarse a él cuando sea necesario. Nunca se toman decisiones improvisadas

En Libroley, por ejemplo, ejercemos la gestión integral de la deuda mediante un método tan consolidado que podemos considerar propio. Establecemos una estrategia ad hoc para cada cliente, optimizamos el proceso de cobro, mediamos y negociamos con meticulosidad y, cuando se agota la vía amistosa, estudiamos la viabilidad judicial y planteamos el proceso de forma que se desarrolle de la forma más ágil y beneficiosa posible

Manejamos en exclusividad el software Bancobro. Nuestro equipo cuenta con abogados expertos y equipo propio de gestores de cobro. Y mantenemos a los clientes continuamente informados mediante evaluaciones internas y reportes.

5. Está acreditado por alguna asociación de gestión de cobro. 

No hace falta explicar que la tarea de la recuperación de deuda es delicada. Y que el intrusismo puede resultar muy perjudicial, no sólo para los clientes, sino también para la imagen de quienes se dedican a este sector de forma honesta y bajo criterios éticos.

Por este motivo, existen asociaciones profesionales cuyo fin es establecer unos principios de profesionalidad y conducta y asesorar a los poderes públicos sobre cómo regular el sector. 

Por ejemplo, Libroley es miembro de ANGECO, la Asociación Nacional de Entidades de Gestión de Cobro. En ella se reúnen las compañías cuyo objeto social es prestar servicios de gestión de cobros, tanto por la vía amistosa como judicial. ANGECO agrupa a 64 entidades asociadas, que, entre todas, suman una deuda recuperada de 9154 millones de euros. 

Las empresas que pertenecemos a ANGECO nos guiamos por su código de conducta y nos sometemos a las decisiones que se toman en sus órganos de gobierno. Esto es una garantía de relación ético y profesional con nuestros clientes.

ANGECO, a su vez, forma parte de FENCA, que es la federación europea bajo la que se organizan las asociaciones nacionales de esta naturaleza. 

Puede que todos estos factores no sean los únicos en los que fijarse a la hora de escoger un abogado al que encomendar la gestión de las deudas de tu empresa. Pero si un despacho cumple con ellos, será un indicio de que ese gran problema, tan desagradable, está en buenas manos. 

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